Un lladamado a la acción desde el amor.

El amor es un puente que construye, crea, reinventa, resignifica, motiva, inspira, da felicidad y esperanza ante el odio, el silenciamiento del otro, la incertidumbre y la carencia. Es fuerza universal que cura, sana, reconstruye, transforma. El amor es dignidad.

Es sentir un amor tal por ese territorio que te dan ganas de hacerle la visita, cogerlo de la mano y salir DeBorondo, comer con él y en él, subir a su Morro, sacarle fotos cuando esté descuidado y sin arreglar, y que después de todo eso, te den ganas de volver a él.

Apropiación que deriva en cuidado. Compromiso y dedicación. Ese otro que permite que yo me vea, efecto espejo. Es ver el Morro de lejos y sentir alegría porque ahí también está tu casa. Es poder reconocer la capacidad de lucha, de organización y de esperanza.

Es comer delicioso caldo de pescado a 3 mil pesos, encontrar aguacate en cada esquina, caminar por la mitad de la calle sin miedo y un poco de descaro, es encontrarse gatos, querer fotografiar cada espacio y persona, todo. Es sentirte en un micro mundo increíblemente particular, cruzar un semáforo y saber que estás en otro lugar. Es saber que vives y habitas un espacio como ningún otro, tan particular, tan curioso. Te enamoras porque sabes que es diferente, y que lo diferente y curioso, no lo dejan durar tanto.

Es resiliencia. Fuerza. Felicidad, alegría, tristeza, donde suceden cada segundo cosas buenas, donde a pesar de algunas cosas malas nunca hace falta amor. Moravia es donde necesito estar.

Es amar, es vida, es diversidad, es memoria, son cientos de sonrisas y momentos inolvidables, es encontrarlo todo, caminar con tranquilidad y saludar a los vecinos, es estar rodeado de niños soñadores, es caminar y ver los gatos que nos saludan desde las terrazas, los techos y las ventanas, es crear, soñar, reír, comer,bailar, bailar mucho, abrazar con el alma, mirar a los ojos, escuchar al uno, al otro y a todos, ser con el otro.

Es el amor al encuentro entre especies, a lo otro, a la diversidad, étnica, de género, sexual, de origen. Es el amor por la historia, la memoria, la narración de un territorio que se expresa a través de sus aprendizajes: la necesidad de construir desde el amor y el cuidado como acciones y emociones para el cambio.

Es la capacidad de ensoñar con fuerza activa el territorio, uniendo nuestra vida individual con la comunitaria. Es actuar desde la realidad y el anhelo, siguiendo el llamado de un amor creciente.