Las prácticas artísticas, culturales y colaborativas son procesos creativos, reflexivos y relacionales, basados en el diálogo colectivo, que aspiran a una incidencia dentro de la comunidad y la visibilización de sus expresiones. Es una estrategia liberadora que quiere resignificar el presente para contrarrestar el olvido histórico de un territorio. Es un proceso creativo que genera obra, investigación, conocimiento y reflexión, detonando la creación, los imaginarios, la producción simbólica, y la crítica social, integrando diversas miradas y distintos referentes culturales de las trayectorias territoriales.
Asumimos las prácticas artísticas como una estrategia que juega con ideas muy dispares conectándose, con enfoques muy diversos, que elige temas coyunturales para enfocarlos de manera insólita y creativa, totalmente novedosa, desarrollando nuevas formas de percibir, entender, experimentar, criticar y alterar las realidades. Tenemos siempre en cuenta la necesidad de que el resultado de la práctica artística o cultural adopte siempre un carácter de provecho público, provocando el encuentro espontáneo y versátil que propongan nuevos circuitos fuera del campo al que estamos acostumbrados.
El proyecto tendrá un importante desarrollo de proceso creativo, a partir de las motivaciones desde los lenguajes narrativos, en las diferentes áreas de formación artística y cultural.
Patrimonio vivo es un proyecto que impulsa las expresiones colectivas sobre la transformación territorial mediante los encuentros basados en la construcción de historias. Estas historias se transforman en contenidos creados colaborativamente y publicados en múltiples formatos. El sentido artístico se encuentra en las intenciones expresivas de los individuos y los colectivos participantes.
Cuerpo expandido como proyecto propone acciones en el territorio a partir de acciones permanentes que involucran intervenciones artísticas y de fomento a la lectura con las comunidades activas de juventud y mujeres. Allí la creación y la creación serán espacios sensibles de intercambio simbólico que buscan afianzar y resignificar al individuo a la comunidad.
Este proyecto plantea el desarrollo de un laboratorio que sirva como espacio abierto de investigación y experimentación de narrativas críticas urbanas multiformato. La práctica creativa se desarrolla a partir de la construcción de preguntas entre los participantes, la mediación de algunos invitados que alimenten las respuestas y posibilidades, y la definición de unos medios para expresar y comunicar los mensajes diseñados y producidos colectivamente. Las prácticas de creación pueden comprender: análisis de los discursos y los medios, experimentos callejeros, publicaciones digitales y análogas. Los resultados creativos del proceso de experimentación servirán como insumo para reflexionar y producir conocimiento sobre cómo la comunicación se relaciona con el arte conceptual y relacional, y de qué manera alimenta esa noción de barrio y ciudad como signos.
El camino hacia la implementación de adecuadas prácticas ambientales y del fortalecimiento de la cultura ambiental en el barrio, requiere del trabajo colaborativo con múltiples actores, que aporten desde sus saberes y experiencias sobre el territorio, fortaleciéndose además con procesos artísticos y creativos que incentiven desde lo estético al disfrute de un ambiente sano.
La repercusión de la palabra colaboración sugiere una relación CDCM-artista-comunidad, que permite la posibilidad de valorar la naturaleza real de las prácticas artisticas culturales y colaborativas, a través de la ideación y trabajo de un proyecto artístico construido sobre un diálogo bidireccional real y no en indicaciones dadas por una de las partes.
Desarrollamos procesos de formación artística y cultural para facilitar los encuentros plurales, en ellos reconocemos el poder de aprender juntos desde el diálogo de los saberes y lenguajes diversos, generando experiencias transformadoras a través de las acciones vivenciales individuales y colectivas comprendidas en: el valor del territorio y las corporalidades, el valor de la experiencia y la invención, el valor de la experimentación y la diversidad.
Las creaciones de las prácticas artísticas colaborativas se convierten en dispositivos comunicativos que hablan a las audiencias con otros lenguajes, pues desde un lugar más sensible provocan experiencias que atraviesan el cuerpo y los sentidos. Aquí es importante el resultado en cuanto producto acabado, pero también aparece de manera relevante lo que ocurre en el proceso mismo, que es en sí un hecho comunicativo donde personas distintas se encuentran para crear juntas en un trabajo de intercambio de conocimientos y representaciones del mundo.
La diversidad cultural de este territorio ha sido un potencial para las expresiones artísticas, es parte de la identidad y en consecuencia procesos sustanciales que promueven el encuentro, la alegría, los aprendizajes colectivos y la expansión y conexión con el mundo. Las prácticas artísticas, culturales y colaborativas han dado sentido y se han sumado en muchas ocasiones a los procesos participativos de la comunidad, son un medio para expresar, divulgar, reconocer y exigir sobre las diferentes dinámicas sociales de este territorio. Son muestra y parte activa de procesos identitarios y de autogestión.